Señoras y señores, con ustedes El Jevito.

Tan famosos y pernnes que hasta Toque Profundo les dedicó una canción hace como 200 años... la especie que nunca muere y siempre está en voga.

Como hemos dedicado mucho a estudiar el bajo mundo rockero, ya estimo procedente entrarnos en profundidad a otras especies que habitan el mundo corístico dominicano. Como parte de los “ambientales” (pendientes a post futuro sobre esta especie) tendré el descaro de tocar “la otra onda”.

Pues bien, antes de hacer cualquier post del modus operandis de los jevitos, prefiero hacer las clasificaciones de lugar de esta especie numerosa, y para que en futuras referencias no existan equivocaciones.

El Jevito Pasivo



Esta especie se ajusta meramente a los requerimientos mínimos de ser jevito al momento de salir a una fiesta. La camisa de rayitas, los jeanes ajustados, las correas marrones y los zapatos marrones, usan cachuchas de camionero que van a salir (eso no es negociable), salen los fines de semana y si hay un bonche, pero realiza actividades comunes como estar con la familia, jugar básquetbol, estudiar, etc.

Por lo general este tipo de jevito tiene entre 18 y 20 años, los que tienen mayor edad que esa sólo son jevitos pasivos por necesidad (está soltero, o su novia lo obliga a coger a un can jevito) y preferirían quedarse en su casa viendo películas, tocando guitarra, beber romo con los panas o jugando PlayStation si fuera una alternativa viable para conquistar mujeres.

Diferenciarlos de sus similares es un poco difícil en vista de que solo se puede determinar cuando se le conoce a profundidad. Pero la mejor forma de distinguirlo es que en vez de desabotonarse los 2 botones superiores, solo se desabotona uno y usa camisilla con cuello, distinto a los demás de la especie que no usa camisillas.

El Superjevito.



Esta especie es la que mejor define al jevito en general. El pana que nunca deja de ser jevito, ni siquiera cuando se despierta... la eterna cachucha de camionero o en su defecto el gelatinaso con el cabello no muy largo pero lo suficientemente largo como para que se le haga un rollito en la nuca, los pantalones jeans ajustados, tenis puma, las camisas canquiñas o de diversos diseños en especial los diseños tropicales que parecen que llevan un especial de Discovery en la camisa, polo shirt, en especial los polo shirts rosados (¿?).



Estos panitas sólo saben hablar de carros, poker, levantar pesas, fútbol y mujeres. Casi todos son fans del Real Madrid y de Brasil, tienen un vocabulario limitado, beben mucho no obstante tener una muy reducida capacidad de consumir alcohol, son desempleados o trabajan en asuntos que relacionados a carros, o en el negocio del papá, o en el mejor de los casos en el dealer del papá.

El papá les paga las andanzas, el carro, la gelatina que se ponen, la ropa que usan, etc etc etc... esta libertad les permite tener tiempo para ir al gimnasio, levantar pesas y verse en el espejo.

Oyen mucho reggaeton, electrónica y música de los 80s (para allantar de que conocen algo de música, y para que no digan que solo oyen música de chopos), son muy diestros bailando salsa y merengue.

Estos suelen tener entre 20 y 25 años, y estudian Administración de Herencias, Mercadeo y muchas veces Derecho en la PUCMM o UNIBE, y por lo general siempre se atrasan un año o nunca se gradúan.

El Viejevo



Ya este es un jevito entrado en edad, que puede ir desde 28 a 40 años. Que deambula en los bares adulto-joven de la ciudad, a veces esparciendo sus alas hacia bares habitados por mujeres más jóvenes.

Por su naturaleza en si, este hombre es un buitre 24/7 (estén pendientes a posts futuros sobre los buitres). El es divorciado, casado o desesperado. Por lo general ya tiene por lo menos un hijo, y el único motivo que tiene para ir a un bar con sus otros amigos viejevos es tratar de conquistar a mujeres más jóvenes que él.

Tiene trabajo, por lo general es gerente u ostenta un cargo importante en la empresa que tiene o trabaja. Tiene mucho dinero, por lo que sirve de trampa de osos para las presas desprevenidas que caen en sus garras. Y es fiel a los clásicos (pendientes de nuevo a futuro post sobre los clásicos).

Un hombre peligroso cuya calvicie, canas, arrugas, barriga cervecera o soltería lo están llevando al borde de la crisis de la edad mediana, que lo llevan a hacer cosas cuestionables como comprarse un Lamborgini en República Dominicana para no sacarlo nunca por temor a los hoyos y policías acostados, comprarse jackets de leather con carabelas y una Harley para meterse a “biker forajido”, o a jugar juegos como Golf o Frisbee con sus otros amigos viejevos.

El Chopaso. A.K.A. El Rápido y el Furioso.



Estos son los aspirantes a jevitos, que realmente son más numerosos que los mismos jevitos.

Tratan de usar los mismos atuendos que los jevitos pero con marcas mucho más baratas, agarran sus carros baratos y les gastan una millonada en ponerlos “racing”, echan carreras en las calles de la ciudad, y se ponen a hacer ceritos en la 27 de febrero porque el brilla pelo que usan les ha matado las neuronas.

Oye reggaeton, bachata, merengue y salsa, y se aseguran de que todo el mundo lo sepa reventando los equipos de música de sus vehículos, que curiosamente son más caros que sus carros que están inundados de neón por que en “Fast And The Furious” se veían cool.

Los rebotan de todos los bares bien, porque la chopería se huele desde la distancia, por lo que se ven obligados a emigrar para el Drinks 2 Go de la Churchill, a Baakus de la Sarasota con Churchill y a parquearse en la Lincoln.

Viven del bulto y del show, y se han encargado de darle un mal nombre a todos los jevitos. Por eso cuando los rebotan de los sitios se ponen a hacerle show al guardia del frente y a estar diciendo que son hijos de militares y otras choperías.

Cuando sale el sol, nadie sabe lo que ocurre con estas bestias porque se mezclan con la población en general, y solo muestran sus rostros en las noches como los vampiros.



El jevito al igual que sus similares rockeros, cocolos, bachatuses y merengueros, es una bestia que anda en manadas, de hecho más a menudo que sus colegas, ya que es parte de la idiosincrasia jevita. Por lo que al enfrentarse a alguno, en especial a los chopasos (que siempre andan armados) ande con especial cuidado.

Más adelante le traeremos los detalles de la vida y modus operandi jevito.